Un cangrejo te devoró por dentro,
sin que la muerte me tapara la cara,
y mientras tú perdías el apetito,
yo te preparaba sopitas,
y mientras tú ronroneabas cuando estábamos juntos,
yo te mojaba la nariz con mis ojos aguados…
Un cangrejo te devoró por dentro,
sin que la muerte me tapara la cara,
y mientras tú perdías el apetito,
yo te preparaba sopitas,
y mientras tú ronroneabas cuando estábamos juntos,
yo te mojaba la nariz con mis ojos aguados…