Y cuando retorno y siempre retorno,
otro hombre habla con mi lengua,
acariciando a la musa de mis entrañas.
Y cuando me largo y siempre me largo,
otra mujer suda por mis poros,
escapando como el humo del tabaco…
Y cuando retorno y siempre retorno,
otro hombre habla con mi lengua,
acariciando a la musa de mis entrañas.
Y cuando me largo y siempre me largo,
otra mujer suda por mis poros,
escapando como el humo del tabaco…