En cinco semanas se cierra un capítulo,
el libro que escribo a dos manos.
Y haré el amor con la luz apagada
para que nadie escuche el trueno de un rayo,
o el eje de una rueda
calentando una cucharada de azúcar.
Y viajaré a África,
donde dicen que el mar hace espuma,
o sin frío el sudor,
el teatro de Lope de Vega,
porque “el sembrar en buena tierra es la prudente venganza”
antes de regresar a mi aldea…