Ayer no pude soltar mi lengua,
como si fuese un perro que muerde,
pero dicen que obedecer es saber escuchar
a los sonidos de la noche,
y prometo volver a reunirme,
y con palabras justificar el designio
como la familia etimológica de Dante…
Ayer no pude soltar mi lengua,
como si fuese un perro que muerde,
pero dicen que obedecer es saber escuchar
a los sonidos de la noche,
y prometo volver a reunirme,
y con palabras justificar el designio
como la familia etimológica de Dante…