El río huele a fua,
debe ser el aliento de Dios,
creciendo como perejil,
sobre el aceite de las rocas
o de pronto es el éxodo
de un alma errante,
una flecha de aluminio…
El río huele a fua,
debe ser el aliento de Dios,
creciendo como perejil,
sobre el aceite de las rocas
o de pronto es el éxodo
de un alma errante,
una flecha de aluminio…